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Estudiando el Islam

La mujer en el Islam

La mujer en el Islam

Se relaciona al Islam con la misoginia y el machismo, pero sin embargo, ésta religión ha sido más respetuosa y más veneradora de la mujer que el cristianismo. La mujer en el Islam tiene derecho a la propiedad privada y a la herencia. Las normas machistas como el burka o la reclusión de la mujer en una casa se tomaron posteriormente (casi 200 años después de la muerte de Muhammad).

Algunos pasajes que se pueden malinterpretar como machismo en el Corán:

Sura 2, 228: El marido tiene más prioridad en el divorcio 228) Las divorciadas deberán esperar, sin volver a casarse, un período de tres menstruaciones: pues no es lícito que oculten lo que Dios ha creado en su seno, si creen en Dios y en el Último Día. Y sus maridos tienen pleno derecho a tomarlas de nuevo durante ese período, si desean la reconciliación; pero, en justicia, los derechos de las mujeres [con respecto a sus maridos] son iguales que los derechos de estos con respecto a ellas, si bien los hombres tienen prioridad [a este respecto]. Y Dios es poderoso, sabio. 

 

 

La esposa divorciada tiene derecho a rehusar la reanudación de relaciones matrimoniales aunque el marido exprese, antes de que expire el período de espera, su voluntad de dar por terminado el divorcio provisional; pero dado que es el marido quien tiene la responsabilidad del mantenimiento de la familia, a él le corresponde la primera opción de rescindir el divorcio provisional.

 Sura 2, 282: Se pide dos mujeres como testigos

Y llamad para que sirvan de testigos a dos de vuestros hombres; y si no encontráis dos hombres, entonces, un hombre y dos mujeres que os parezcan aceptables como testigos, de modo que si una yerra, la otra subsane su error. 

La estipulación de que un testigo varón puede ser reemplazado por dos mujeres no implica un reproche a las aptitudes morales o intelectuales de la mujer: se debe, evidentemente, al hecho de que la mujeres, por lo general, están menos familiarizadas que los hombres con los procedimientos mercantiles y están más expuestas, por lo tanto, a cometer errores a este respecto (véase Abdu en Manar III, 124 s.).

En cambio, el pasaje donde se menciona a las huríes es muy discutido, ya que se les da mucha importancia al goce celestial del hombre, pero no se mencionan "huríes masculinos" para las mujeres. Ésta parte la considero machista. 

 

El Hadiz

El Hadiz

HADIZ (pl. árabe: ahadiz) significa "dicho", y engloba a las palabras, sentencias, tradiciones, consejos, recomendaciones, discursos y anécdotas transmitidas del Profeta Muhammad o de sus sucesores en la religión, los Imames de su familia . También existen dentro del Hadiz relatos referentes a los grandes compañeros del Profeta, como Abu Bakr, Omar, Abu Dharr, Abdullah ibn Abbas, etc... En general, las tradiciones que relatan las palabras del Profeta fueron transmitidas de boca en boca durante los primeros años del Islam y fueron puestas por escrito en su mayor parte después de la primera centuria. Por esta razón, esta fuente de conocimiento presenta un grado menor al del Corán, pues es necesario estudiarlas a fondo para corroborar su autenticidad. Por esto, los sabios e investigadores del Islam analizar lo que se llama la cadena de transmisión del hadiz ( cómo pasó el dicho de boca en boca hasta ponerse por escrito ), estudiando la vida de los transmisores, su sinceridad y veracidad, su nobleza, su confiabilidad como relator. Además se analiza el sentido del Hadiz para ver si tiene correspondencia con las palabras del Corán, con la historia y con otros hadices considerados inimputables. En base a todo esto, los Hadices se califican como "firmes", "fuertes" o "seguros" ( aquellos en cuya autenticidad se confía ) y "débiles" ( aquellos que son de origen dudoso ). También existen "falsos" hadices que contradicen al Corán o al sentido común y no pueden ser verificados.   Debemos tener en cuenta que algunos dichos son consejos de moral cuya autenticidad no reviste mayor importancia. Si decimos por ejemplo : "El Profeta  recomendó ser pacientes con la oración", no es de suma importancia corroborar la autenticidad del dicho. Pero otros hadices establecen normas de conducta e incluso leyes islámicas y su autenticidad debe ser firmemente corroborada sin dejar espacio a dudas. Si decimos, para seguir con el ejemplo : "El Profeta ordenó realizar cinco oraciones por día en tales horarios" , estamos regulando una práctica obligatoria del Islam, por lo que debemos estar seguros y confiados de que el Profeta  ordenó esto. La importancia de esta fuente del Islam es que amplía y explica con detalles aquello que el  Corán menciona someramente.Para seguir con el ejemplo de la  oración, el L:ibro de Dios la ordena, pero no explica como realizarla, ni los detalles que hacen a su validez ( la purificación,la vestimenta del orante, la orientación, el horario, los movimientos, la recitación, etc). Todo esto se extrae del Hadiz. El problema radica en que esta es una fuente demasiado amplia para estar al alcance de todos los musulmanes, al contrario del  Corán, que es un libro contenido en un sólo tomo,con 6222 versículos. Existen miles de hadices, reunidos en colecciones que son verdaderas Enciclopedias, con un alto número de tomos cada una. Si bien los dichos son ampliamente difundidos y cualquier musulmán del mundo conoce algunos cientos de ellos en mayor o menor medida, el estudio exhaustivo y detallado de esta fuente está reservado a algunos estudiosos y eruditos investigadores del Islam que consagran toda su vida a ello, sobre todo para determinar las normas y leyes prácticas que gobiernan la vida cotidiana del musulmán, y de esta forma benefician a la comunidad toda.

Origen islámico del velo (Hiyab)

Origen islámico del velo (Hiyab)

En la época del Profeta Muhammad, y aún anteriormente, existía en su entorno geográfico la costumbre de practicar el “ta'arrud”. Consistía en acosar a las mujeres para incitarlas a la “Zina”, relación sexual impropia, o si eran esclavas a la prostitución forzada.

Esta humillante, y perversa costumbre de los hombres, se ejercía fundamentalmente contra las mujeres, pero solo en contra de aquellas que se exhibían con la cabeza desvelada, es decir; las esclavas u otras mujeres de baja condición.

Las mujeres aristócratas, o de alta condición, cubrían habitualmente su cabeza con el manto, y de esta forma eran reconocidas y respetadas.

El uso del manto sobre la cabeza era un signo de identidad y distinción para algunas mujeres privilegiadas, y no portarlo era signo de baja condición, sumisión o esclavitud que, injustamente, daba a los hombres el “derecho de asalto”.

Muhammad  se enfrentó, inevitablemente, a la necesidad de conseguir protección y respeto para las mujeres de su casa, así como para las demás mujeres que, bajo su protección, habían abrazado el Islam.

B. Saad, uno de los historiadores de los primeros siglos del Islam, cuenta; “A las esclavas de Medina, las provocaban los insensatos, que las abordaban en la vía pública y las agredían”. Por lo que fue revelada la Aleya 33, Azora 24;
“No forcéis a vuestras esclavas a prostituirse para obtener bienes de la vida de este mundo cuando ellas quieran ser honestas”.

Las mujeres libres que salían a la calle, cuyas ropas no se distinguieran de las que portaban las esclavas, o las mujeres bien dispuestas a una relación promiscua, eran confundidas con ellas y sufrían el mismo trato”.

La costumbre de cubrir la cabeza y el cuerpo de las mujeres tuvo su razón de ser para evitar la “zina”, el acoso y la relación sexual no deseada, ya que el cuerpo de las mujeres era considerado, por principio, como abordable.

As-Suyuti, autor del libro “Las causas de la Revelación”, y comentarista de la obra de Tabari, ambos contados entre los grandes expertos en Fiq, como conocimiento organizado del Corán, nos dice; “Es imposible entender una Aleya -versículo Coránico-, sin conocer la “Qisa”. Es decir; la historia y las causas que condujeron a su Revelación”.

No se puede entender ni un solo aspecto de la Revelación si no es analizado en su contexto histórico y social.

El Corán hace referencia ocho veces al concepto de Hiyab. Ninguna de ellas hace referencia al velo para cubrir el pelo, sino que tiene un claro sentido de "cortina" (7: 46, 17: 45, 19: 17, 33: 53, 38: 33, 41: 5, 42: 51, 83: 15), y es siempre para separar. Es una separación impuesta para proteger la intimidad de las mujeres, o para protegerlas en aquel entonces de las carencias educacionales de los hombres.

Los primeros intérpretes del Corán fueron, mayoritariamente, persas, ya conocidos por la costumbre de velar a sus mujeres de forma exagerada. Durante más de mil años exigieron de sus mujeres mucho más de lo que el Corán había recomendado para resolver un conflicto puntual.

En la obra titulada Huadit ad-Duhûr, “Los acontecimientos de los tiempos”, su autor, Ibn Tagri Bardî, remonta a la tradición persa la costumbre de instituir el “harén” entre los pueblos musulmanes.

Cuando los persas predominaron, durante el Califato Abassí, la perspectiva de recluir a la mujer tras el velo, o en el “haren”, y de someterla al dominio del varón, ganó terreno, hasta introducirse de forma estable en la mentalidad de los musulmanes, y quedar así estrechamente relacionado con las formas islámicas.

Esta interpretación de los persas, reforzada posteriormente por los turcos, fue del agrado de los exegetas árabes, ya de antaño predispuestos al dominio sobre la mujer.
Así fue como la costumbre quedó estrechamente vinculada a la tradición islámica, y en franca contradicción con las enseñanzas y propósitos del Profeta.

La tribu Quraish, a la que pertenecía el Profeta, era la tribu más poderosa económicamente, debido a su dominio del comercio, y practicaban esta tradición propia de la época preislámica.

Según al-Fakihi, los hombres adornaban con el velo, y otros abalorios, a sus hijas para casarlas, y a sus esclavas para venderlas, y las exponían en los mercados, delante de la Kaaba, hasta que tenían éxito en su misión”.

El Profeta no impuso nunca una forma determinada de vestir para las mujeres. Sólo dijo que debían cubrir convenientemente sus cuerpos y hacerlo con sentido del pudor, consejos que también dio a los hombres. No existe, por tanto, una vestimenta islámica ni un uniforme para las musulmanas.

Daraba en la sura 4

¿Puede un marido pegar a su mujer? 

Bajo ningún concepto.

 El Profeta jamás lo hizo. 

Los que dicen basarse en el Corán para defender esta actitud están claramente manipulando el sentido del verbo daraba, que significa en todas sus acepciones “causar un efecto impactante, dar un golpe de efecto, llamar la atención”.

Sea tocar una campana, poner un ejemplo, decir un refrán, golpear, hacer un fuego o hacer la salat, en todos los casos es algo que se hace para llamar la atención (en el caso de la salat es la atención de Allah).

 Es evidente que si el verbo que se usa en Corán 4:34 tiene múltiples acepciones, debemos quedarnos con la que cuadre con la sunna del Profeta, y ésta no es desde luego golpear a una mujer.

Apostasía

¿Puede un musulmán matar a aquella persona que realice ridda (apostasía)? 

Es éste uno de los más lamentables equívocos que hay en materia de interpretación del Profeta.

 Efectivamente, existe un hadiz de del Profeta en el que se declara lícita la sangre del apóstata:

En un relato Ibn Mas'ud -que Dios este complacido con él- dijo: el Mensajero de Dios (sas) dijo:  «No es permitido derramar la sangre de un musulmán excepto en uno de estos tres casos: el casado que comete adulterio, vida por vida y el que deja su religión y rechaza la comunidad.»

Pero conviene entender qué se nos está diciendo en dicho hadiz: El Islam llegó a una Arabia violenta y familiarizada con las reyertas por el menor motivo y Muhammad instauró la novedad de que los musulmanes entre sí serían como hermanos de una familia, y por esa razón quedaba en adelante prohibido el derramamiento de la sangre de un musulmán por parte de otro musulmán.

Pero a continuación se dio la circunstancia de que algunos de los que se habían hecho musulmanes se pusieron a guerrear en las filas de los contrarios al Islam.

Esto es apostasía (ridda) en palabras del Profeta y no lo que nosotros consideramos un simple abandono o cambio de religión.

En los días de Muhammad un renegado no era alguien que se desdecía de la shahada, porque eran tiempos en los que se estaba activamente a favor del surgimiento del Islam o activamente en contra, sino alguien que se pasaba al bando de los enemigos del Islam y muchas veces juraban guerrear hasta la muerte contra el Islam.

Así que, de cumplir la orden dada por el Profeta de no tocar a quien se hubiera hecho musulmán, los musulmanes plantearon la cuestión al Profeta de si tenían que cumplir la orden dada, con lo que la única opción que les quedaría sería dejarse matar por éstos en batalla.

Fue en este contexto en el que el Profeta Muhammad declaró lícita la sangre de un renegado del Islam.

Matrimonio islámico

Matrimonio islámico

En el Islam, al contrario que en la Iglesia Católica, el matrimonio no es un sacramento.

Tanto el compromiso, como el matrimonio, se celebra en la casa de la novia

Al musulmán se le permite casarse con 4 mujeres, siempre que la 1ª esposa lo consienta y éste las pueda mantener.

Muhammad dijo que una mujer debía casarse por su propia voluntad y no obligada.

Sus padres sólo podían aconsejarle hombres que le convenga.

 El divorcio, al igual que en el judaísmo, está permitido, pero en la sociedad árabe no se le permite a la mujer exigirlo.

Los reyes tienen derecho a más de 4 esposas y concubinas, ya que tienen que dejar a su muerte a más de 1 hijo. 

al-Fatiha: (Apertura). al-Fatiha, se trata de la apertura del Corán, ya que es la primera sura. al-Fatiha, es un verbo árabe que significa literalmente "abrir". Es la única sura que tiene forma de plegaria, y se repite en las 5 oraciones diarias 34 veces al día. Dice así:

(1)bismillahi-r-rahmani-r-rahim 

(2).al-hamdu lillahi rabbi-il-'alamina.  

(3).R-rahmani-r-rahimi. 

(4).maliki isumi-d-din, 

(5), íaka na'budu ua iaka nasta'í`nu 

(6).hdina-s-sirata-l-mustaquima, 

(7).sirata-l-ladina an'amta 'alaihim. gairi-l-magdubi' alaihim uala-d-dallín. (amin)

La traducción sería la siguiente:

1.las alabanzas a Allah, Señor de los mundos

2.El misericordioso, el compasivo

3.Rey de la retribución

4.Sólo a ti adoramos y buscamos ayuda

5.Guíanos por el camino recto

6. El camino de los que has favorecido

7. No el de que son motivos de ira ni el de los extraviados.

Amén (amin)

Este pasaje es leido durante el compromiso de una relación entre musulmanes y también durante las ceremonias de boda.

Yihad

Yihad

El Islam permite a los pueblos a luchar en defensa propia, o en defensa de pueblos vecinos que sufren opresión y solicitan ayuda.

 Son los únicos supuestos en los que el Yihad (mal llamado "Guerra Santa") es aceptable.

El Islam establece reglas estrictas de combate que incluyen prohibiciones contra el ataque a ciudadanos civiles y la destrucción de cosechas, árboles o ganado.

Los musulmanes piensan que la injusticia triunfaría en el mundo si no existieran hombres buenos dispuestos a arriesgar su vida por preservar la autonomía y soberanía de las poblaciones que aman a su tierra más que a ninguna otra cosa del mundo.

 El Corán dice:

 “Combatid con la ayuda de Dios contra quienes combatan contra vosotros, pero no os extralimitéis. Dios no ama a los transgresores.´ (2:190) ´Si buscan la paz, búscala tú también. Y confía en Dios, porque Él es Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe.´ (8:61)

La guerra, por tanto, es el último recurso y está sujeta a las rigurosas condiciones establecidas por la Ley islámica.

Los terroristas del 11-M, Bin Laden, Yasser Arafat (entre otros), no tienen nada que ver con esto.

 El término Yihad significa literalmente “esfuerzo” y los musulmanes piensan que existen dos tipos de Yihad. La "exterior" o pequeña yihad y la "interior" o gran yihad; la "gran yihad" es la lucha interior que cada uno realiza contra sus deseos egoístas con el fin de alcanzar la paz interior.  

 Algunos líderes musulmanes, consideran la “Yihad”, como el sexto pilar del Islam. 

Comidas y bebidas en el Islam

En el Islam las leyes alimenticias resultan menos complicadas que en el judaísmo ortodoxo, aunque también tiene algunas semejanzas.

Durante la Edad Media, (época en la que surgió el Islam), se extendió por Europa la peste negra, y la carne de cerdo estaba contaminada por esta mortal enfermedad.

Muhammad aconsejó a sus fieles que no tomaran nada que pudiera dañar la salud.

 Por lo tanto, los alimentos que quedaron aparte fueron la carne de cerdo y la carne de los animales muertos por naturaleza.

De beber quedó prohibido el vino, ya que en exceso produce problemas de hígado.

Aunque nuevas fuentes históricas dicen que Muhammad prohibió el alcohol a sus fieles para evitar que se reunieran en las tabernas con sus conspiradores (los mercaderes de la Meca). 

A la alimentación que el Islam permite consumir, se le llama Halal.