Conquista de la Meca y muerte
Mientras Muhammad estaba en Yatrib, La Meca había sido saboteada por tribus enemigas, arrasando con los hogares y familias de los seguidores de Muhammad. Así que Muhammad declara la “Yihad” (mal llamada “guerra santa”) en la que defiende la guerra siempre que se tenga piedad de los derrotados y se les perdone la vida.
Junto con sus aliados, Muhammad conquistó la Meca en ésta “Yihad”, que duró 4 años. La batalla más importante para la Historia islámica, es la de Badr. Tras la victoria musulmana, frente a los derrotados árabes politeístas, Muhammad se apoderó de la Kaaba, y destruyó a sus ídolos.
El profeta se siente muy feliz de volver a su ciudad natal, pero su lugar está ahora junto a los musulmanes en Medina, la capital del primer Estado Islámico.
El profeta volvería a la Meca un poco antes de morir, en la llamada "Peregrinación de la Despedida".
Allí, ante alrededor de cien mil personas, recuerda a los fieles el cumplimiento de los preceptos islámicos:
-Queda prohibido el adulterio, la prostitución y las obscenidades
- Queda prohibido el asesinato, el falso testimonio, el robo, la usurpación, el pillaje
- Queda prohibida la usura y la calumnia.
Todos los asuntos de la nueva nación quedan reglamentados: La tenencia de tierra, el uso del agua, la propiedad privada, el tráfico comercial, los tributos legales y las relaciones internacionales.
El profeta les dice: "Sed testigos que cumplí con la misión y os hice llegar el mensaje, sed testigos."
Les recomienda: Cuidar de los bienes de los huérfanos, ser considerados con las viudas y los ancianos, generosos con los necesitados, respetuosos con las mujeres; ser recatados en el lenguaje y la forma de vestir, ser justos ante todo y no olvidar que los creyentes son hermanos. Todos los hombres son iguales, excepto en el temor y la adoración de Dios. Todos los musulmanes integran, en igualdad de derechos, la Umma (Comunidad Islámica).
Después de esto retorna a Medina y empieza a debilitarse.
A los 63 años de edad, el 12 de Rabi I del año 11 de la Hégira (632 EC), murió el Profeta.
Sus restos descansan en la mezquita de Medina.
A su muerte, les dijo a sus fieles: “Quien diga “vengo a adorar a Muhammad”decidle que he muerto.
Pero quien diga”vengo a adorar a Dios”decidle: adelante, Dios vive.”
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